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lunes, 16 de octubre de 2017

Escribimos XVI. Desenlaces

Hoy en esta entrega de Escribimos, consejos para escritores, hablaremos del final de una historia.

El desenlace se define como la tercera unidad dramática o tercer acto de una historia [inicio - conflicto o nudo - final o desenlace]

El final es el momento clave de la novela, una de las normas es que tiene que dotar de sentido a todo lo explicado a lo largo de tu historia y cumplir con las expectativas creadas. 
Existen muchos tipos de finales, pero lo importante es que el tuyo sea consecuente con el desarrollo de la historia, es decir, acorde con el inicio y planteamientos de la misma.
Si hemos trabajado bien la novela a lo largo del planteamiento y del nudo, esta habrá ido creciendo en tensión a medida que avanza. Sin embargo cuando nos acerquemos al momento del desenlace debemos hacer que esa tensión aumente vertiginosamente. Es lo que se llama clímax. 
Hay muchos tipos de finales, la primera y más evidente distinción es entre Cerrado y Abierto. 
  • Cerrado: se resuelven todas las tramas e incluso conocemos el futuro que les depara a los personajes.
  • Abierto: la trama queda sin resolver y el lector debe imaginar cómo se solucionan las situaciones creadas.
Sin embargo podemos clasificarlos también según las emociones que transmiten al lector. Serían:
  • Feliz: los protagonistas consiguen su objetivo y los antagonistas son derrotados. Es el final típico de las novelas románticas y los cuentos.
  • Triste: el protagonista no consigue sus objetivos. Es un final pesimista en el que no se resuelven los problemas de manera positiva.
  • Trágico: va más allá del final triste. Es un final que se desarrolla de forma marcadamente dramática, es desastroso para los protagonistas.
  • Esperanzador: aunque el autor no explique de forma explícita la resolución de la historia, da a entender, a través de una serie de pistas, que el problema se solucionará en el futuro.
  • Sorpresa: el conflicto se resuelve, pero no de la forma que el lector espera. Hay un giro inesperado al final que cambia el sentido de la historia.
  • Natural: al contrario del final sorpresa, el final natural es el que cabría esperar dados los acontecimientos. Es lógico y consecuente.
  • Moral: el comportamiento de los personajes transmite un valor ético. Es el final clásico de las fábulas infantiles, donde se busca enseñar una lección.
¿Cuál es vuestro final favorito? El mío es el espernzador, es del tipo que suelo utilizar en mis novelas.

Espero haberos ayudado con estas directrices. No os perdáis las próximas entregas.

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